Tiempos modernos

Recientemente hice un comentario en una página amiga, acerca de la manera de comportarse (deportivamente hablando) en los recorridos por la Pedriza, más concretamente en el uso del GPS y otros implementos técnicos de uso corriente hoy en día.
Un lector de aquella página amiga, me recriminó el hecho de recomendar inopinadamente, aventurarse en los confines pedriceros desarmados de cualquier tecnología a disposición de los usuarios, incitando al personal a sufrir tremendas desgracias, por acudir a las peligrosas montañas carentes de los mínimos equipamientos  tecnológicos.




 Me gustaría dar aquí mi humilde opinión,  respecto a cómo creo yo que hoy día la gente acude al monte.  Muchos de nosotros consideramos la montaña como una forma de expresión, una manera de superarse, un modo de escapar por un rato a la cruda realidad del mundo que nos rodea, y en ocasiones, por qué no, una agradable manera de pasar un domingo.


Complicarnos la vida está en nuestra naturaleza, y cada vez que resolvemos un problema, alcanzamos un objetivo, o cumplimos un sueño, obtenemos premio; nos sentimos satisfechos, aun sabiendo que no saldremos en televisión ni obtendremos un suculento premio en metálico. El premio es la satisfacción, la satisfacción de haber conseguido algo con nuestro esfuerzo y sin haberle hecho daño a nadie. Yo personalmente le doy cuanto más valor, si para ello he recibido la menor ayuda artificial posible, porque lo que realmente aprecio es mi habilidad, y el apoyo que me proporcionan mis compañeros. Pero es una decisión personal, y a mí nadie me obliga.

Las reseñas escritas, las explicaciones de aquellos que  fueron antes que tú, la documentación de la tarea a realizar, son necesarias, y de un valor incalculable, pero en la Pedriza concretamente,  el GPS es un aparato del que se puede prescindir completamente. En un altísimo porcentaje, los senderos por la Pedriza son sencillos de recorrer y están bien señalizados, las guías de escalada te dicen  hasta la distancia entre paraboles, pero si pierdes el camino en zonas como Navajuelos un día de niebla, el mejor de los GPS’s no te librará del susto, o en su caso de la tragedia.

“A la montaña hay que respetarla”, dice mi interlocutor, y le contesto: ¡no respetarla no!, hay que acojonarse ante su sola presencia, y perdón por la expresión,  y no olvidarse de dar las gracias cuando volvemos a casa, porque sin duda una vez más nos ha dejado salir con vida. Debo reconocer que hoy en día muchos “usuarios” de entornos como la Pedriza, pasan más tiempo leyendo la letra pequeña de sus pólizas de seguro, que consultando a alguien con un mínimo de conocimiento, que gastan el dinero en brújulas y no en sencillos mapas de curvas,  que solo tienen fe en monitores profesionales, pero eso si, solo en aquellos que disponen de la pertinente acreditación, a los que han pagado previamente; y que no son capaces de ir solos ni al cuarto de baño. Yo les recomiendo encarecidamente los parques de atracciones, sobre todo esos de “aventura”, que te permiten por un precio módico sentirte Indiana Jones con toda la familia, mientras segregas litros y litros de de adrenalina de árbol en árbol, bajo la mirada atenta del funcionario al cargo de la atracción.


Los blogs deberían prohibirlos, porque como bien  dice mi increpador, “los lee cualquiera”; y le corrijo: Yo no incito a nadie a matarse, ni siquiera a mí mismo, de hecho en más de una ocasión me ha vencido el miedo en la montaña, y me he retirado con el rabo entre las piernas. La Pedriza no es peligrosa, los peligrosos son los despistados, los que acaban allí porque no han encontrado sitio en el aparcamiento de Navacerrada, los que acaban intentando escalar en placas infestadas de paraboles, atiborrados de carísimas cintas exprés,  después de un cursillo de siete días en un placódromo, y por supuesto los que creen que el GPS les conducirá por la montaña, como Moisés condujo a los judíos por el desierto.


P.D. En su respuesta a mi comentario, afirma que su padre era un vago. Yo no insultaría a mi padre ni bajo tortura.

Por cierto ya puestos, felicitar a Vía Clásica por ese pedazo de canal televisivo que se ha montado. Este Uge García es un auténtico monstruo, y por si alguien tenía dudas hoy por hoy, es el número uno del ramo, una referencia a nivel nacional. Va por usted Sr. García.


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, me he decidido a comentar tu publicación y comparto tu opinión sobre los GPS. Tengo 27 años, y comencé a orientarme por la Pedriza con mapa y brújula, a veces metiendome en algún "pequeño lío", siempre nos dabamos la vuelta por el camino andado cuando lo veíamos turbio( y sigo haciendolo), pero no solo en la Pedriza, en Pirineos, Picos de Europa...etc. Sigo sin tener GPS, es algo que no compraré...el resto de la gente que haga lo que quiera.
Felicidades por el blog. Un saludo. Aida

trippero dijo...

Gracias Aida por tu opinión. Y que lección tan maravillosa: Si lo vemos turbio, nos damos la vuelta y a otra cosa mariposa. Tenemos todo el tiempo del mundo.
Que sencillo, ¡y qué barato!, más adelante quizás veamos a alguien con pinta de estar enterado, le preguntaremos y volveremos al tajo; tarde o temprano resolveremos el enigma, y estaremos contentos, y en vez de agradecérselo al aparato, le daremos las gracias al colega.

Señores, estamos en la Pedriza

canuto dijo...

y ¿QUE PASARÁ EL DÍA QUE NO HAYA PILAS O NO PUEDA CARGARSE LA BATERÍA?

Yo también prefiero el ruido del papel según vas desdoblando el mapa o croquis para ver por donde tienes que "perderte"

Y si no el sentido común para ver por donde tienes que pasar para llegar a ese risco o pico que parece que está cerca, pero que luego entre subir y bajar resulta que no lo está

Y ¿que decir si quieres hacer una ruta "to tieso" sin desviarte un ápice de la línea recta?
¿para esto hace falta GPS?

En mis tiempos mozos lo hice unas cuantas veces en la Pedri y resultaba muy interesante...

Eso si no reniego de la ayuda de un teléfono movil en caso de extrema necesidad.. o sea no s te has torcido un tobillo o tenido una luxación de hombro, si no cosas serias

carlos jarque dijo...

Cualquiera que lea estas líneas podrá decir que me gusta la edad de piedra, que los avances tecnológicos están para usarse,etc; la verdad es que no reniego en absoluto de las mejoras técnicas, simplemente, pretendo declarar que cada actividad solo requiere de lo imprescindible.
Vease, si voy a realizar una marcha por Pedriza, me basta y sobra con la brujula y el mapa, así como en Gredos y en todos los macizos ibéricos; si tus conocimientos del lugar y tu posibiidad de información son escasas o nulas no está de más recurrir al GPS. ¿Porqué?
No lo olvideis, como muy bien señala -Canuto- el coste medioambiental de las pilas y su recarga es un añadido mas a la larga colección de gasto energético prescindible; no matemos las moscas a cañonazos. "el Jarque"

Anónimo dijo...

Y lo que se aprende perdiéndose por las montañas? esos momentos son irrepetibles. No dudo de la eficacia del GPS y de su utilidad en ciertos casos, pero perderse forma parte del camino y yo diría que se aprende mucho más de esos momentos que en los que todo sale bien (que es lo normal).
Un saludo
Krispín

David dijo...

Yo con mapa o con GPS siempre me pierdo. A eso voy.