Ya soy mayor, y he conocido el mundo del "todo vale" y sus implicaciones. A los dieciocho años, no tenía ni idea de que hubiera agujeros en el ozono, era totalmente inconsciente el calentamiento global, de la escasez de alimentos, ni del asalto lento pero seguro a los espacios naturales (tala indiscriminada de árboles, urbanización salvaje de las playas, etc.). Vivíamos en la creencia de que cuanto mayor era el gasto energético, mayor era el nivel de desarroyo. Que tiempos tan felices, que ignorancia tan imponente.
Cuando conocí la Pedriza, el personal cambiaba el aceite al coche en la ribera del Manzanares, como la cosa mas natural del mundo, abandonaba sus basuras en las praderas cercanas al Tranco pensando quizá que se recogerían solas. Avatares de la vida, acabaron con aquellas creencias, y prácticas escalofriantes. Hoy afortunadamente la Pedriza, es un Parque natural si bien dudosamente protegido (es de rigor saber, que a menudo se confunde Protección con prohibición sin mas) y el entorno ha mejorado notablemente, aunque queda mucho por hacer. De igual manera sufrimos los efectos de la escasez de agua potable y el efecto invernadero. Se acabó la juerga.
He aquí, que la maquinaria siempre activa, que nunca descansa, de los negocios ha descubierto el TURISMO AVENTURA para desgracia de casi todos. El turismo y ocio aventura y demás adjetivos consiste en apropiarse de los elementos que hasta ahora eran de todos,(bosques, montañas, playas etc.) ponerles alambradas, y cobrar suculentos dineros, por ofrecer al incauto inolvidables y maravillosas experiencias, que podrán por supuesto grabar en vídeo.
El resultado es hoy notable: estúpidos recorridos por los árboles mediante cuerdas, pasarelas y tirolinas, amaestrados raftings de pacotilla en ríos que hasta ese momento eran tranquilos y el urbanizado de los silenciosos riscos mediante toneladas de cadenas, escaleras, cables de acero y demás materiales oxidables.
El todo vale ha vuelto. Hoy los espacios montañeros, están siendo invadidos por amables empresarios del ocio, en comandita de los alcaldes, que ven el progreso de sus municipios a costa del paisaje. Así pues, día a día las minorías a quienes les gusta disfrutar sin mas, o practicando su deporte sin meterse con nadie, se las arrincona en un cerco cada vez mas estrecho. Los montañeros y escaladores, no contribuyen al producto interior bruto mientras ejercitan su ocio, y eso es malo dicen las autoridades. Debemos aprender de los consumidores masivos de aventura eso sí, con todas las garantías de seguridad y satisfacción plena, con sus correpondientes hordas de guias, monitores, responsables, etc..
Y por si no lo creias, aquí entramos nosotros: los puros, los que a base de químicos y chapas, contribuimos de igual manera a la edificación del parque de atracciones. Se esta debatiendo la desequipación de las vías del Gabi en Galayos de otros muchos en diferentes zonas de escalada. Estoy en contra, estoy con Gabi y los demás pero es necesaria una clase laaaarga de educación a los equipadores.
No todo vale, no podemos colocar cientos de chapas por metro cuadrado de roca, la escalada pierde su sentido, la deportiva y la clásica y los practicantes de la escalada, acabarán pagando entrada al rokódromo-aventura de las mil chapas. Un mensaje: Dejad las chapas donde están. Otro mensaje: Dejad de poner chapas sin ton ni son
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