La Senda de los elefantes. ( de Navacerrada a Pedriza)


Longitud: Muy larga
Duración: pues… entre pitos y flautas, todo el día
Dificultad: ¡uf!, lo mires por dónde lo mires, todas las marchas son chungas.
Tipo: Todo tieso para abajo
Descargas: para bajar los guaypoints PINCHA AQUÍ, con un tenedor o similar. Sí no bajan no sé qué decirte, total para los cuatro puntos guay que hay.
Recomendaciones: Atención en primavera, ¡hay puches!, sí, ¡puches!, como en el Prado de las Pozas en el Circo, en la bajada de Bola durante el deshielo hay puches, son como hamburguesas flotantes de las de “HUMOL AMALILLO”, que se hunden al pisarlas, introduciendo tu pie en un caldo primordial de un color marrón glasé, muy adherente, que te acompañará hasta Manzanares el Real.
Hay cosas en la vida que no se hacen porque sí. Hay cosas en la vida que son de obligado cumplimiento. Hace unos cuantos años, cuando solo tenían coche los ministros, un Dodge Dart, de color negro por cierto, al que los mayores llamaban “Haiga”, el hombre de a pie iba al monte eso, a pie; pero dado que las distancias son un poco largas entre Madrid y la Cordillera, era obligado pillar el autobús en el Paseo de la Florida, o el tren en Chamartín, y es curioso pero, o haces esto mismo en 2.009, o es que eres rico y tienes un “chauffer” que te suelta en Navacerrada y te recoge en Manzanares. Y dicho esto procederé a dar una detallada descripción de la ruta que coronaba al montañero, como rey de la Pedriza. ¡Ah! Una precisión: La marcha es “Navacerrada-Pedriza”, y no “Pedriza-Navacerrada”, aunque algún listillo, que siempre los hay, pudiera pensar que es lo mismo. No machote no, la cosa es muy diferente.


Me explico: en primer lugar, Navacerrada-Pedriza, es cuesta abajo. Bueno si exceptuamos la espeluznante subida que hay desde la estación de Navacerrada hasta La antena esa del repetidor, si has cogido el tren, o un poquito menos escalofriante si has cogido el autobús. Una vez aclarado el primer punto, es necesario destacar que Navacerrada, el puerto de Na-va-ce-rra-da, está plagado de domingueros compulsivos con ropa de diseño, Boy-Scouts, Guardias Civiles, pijos, y despistados sin remedio, que llevan trineo hasta en el mes de agosto. ¿Alguien podría imaginar terminar la marcha en semejante lugar? ¿Tener que tomarse la cervecita en la Venta Arias?, me quitarían el carné de pedricero. Así que es necesario llegar prontito el domingo, o entrada la tarde el sábado, e intentar pasar lo mas desapercibido posible, y sí alguien te pregunta, tú no eres de por aquí, que te han traído engañado.


Descripción de la ruta:
Voy a ahorrarme el sufrimiento de describir la infame subida a Bola. Si hay nieve porque hay nieve, si no hay nieve porque no la hay, así que me fumo la subida y empiezo desde la tele, que parece que cansa menos. Porque es la eterna pregunta, ¿Es necesario hacer esta marcha en concreto? ¿No bastaría con ir al Tolmo y volver a Canto cochino, para que la gente vea que haces marchas? ¿No?, Pues nada. Primero se mira, porque la cumbre de Bola, más que una cumbre parece la estación de Venta de Baños, un importante nudo ferroviario, si metes la gamba puedes aparecer en la Barranca, o en Cotos, lo que sería sin duda peor que acabar en Navacerrada.
Una vez visto el sitio se tira uno en tromba hacia abajo a la búsqueda del Ventisquero, que no es difícil de encontrar si vamos por el camino correcto. Si nos topamos con un río de frente, metidos en un embudo con la Maliciosa a la derecha, vamos bien, y llegaremos al puente de los Triperos, o de los Manchegos, algo así, en la carretera de las zetas, no te alteres pardillo, que no pasan coches. Una vez aquí ya se empieza a notar que estás un poquito hasta cierto sitio entre las piernas, así que un refrigerio en el puente de los Triperos es obligado. (Tiempo hasta el puente: un güevo).


De las dos carreteras: por la izquierda hasta encontrar un caminito que baja hacia el río del cual no nos separaremos ni por dinero, ¿y que les puedo contar más?, hay que bajar, y bajar, y bajar, ¿y cuando llegamos?, ¿Queda mucho para Canto cochino?, si lo sé no vengo.
¿Es necesario tamaño sufrimiento? Sí amigos, rotundamente sí, -“para lucir hay que sufrir”- le decía mi madre a mi hermana; ser pedricero es como pertenecer a los Rosacruces esos del Código Da Vinci, y eso requiere de una iniciación, un ritual, “yo he bajado de las estrellas para consagrarme en el granito”. (Tiempo hasta llegar a este lamentable estado: un güevazo).


Si no te has suicidado antes, porque a alguien se le ha ocurrido sugerir “Cuerda Larga” para el próximo domingo, llegarás al puente de los Franceses. No, para el parque del Oeste todavía te queda un ratito, no seas tan listo, estás a la salida del Ventisquero, ¡ya has llegado a la Pedra!, ¿no estás contento?, joder, eres un triste, parecería que vienes de Navacerrada. Bien ya solo te queda llegar a Canto cochino, ¿Que dónde está Canto cochino?, buena pregunta; tú sigue la carretera y ya llegarás.
¿Hemos terminado? Bueno según se mire, si haces dedo y te bajan al pueblo, o mejor te llevan a Madrid, si. Si no te coge nadie porque llevas más mierda que el palo de un churrero, y tu macuto es del tamaño del baúl de la Piquer, ni te cuento lo que te queda, pero eso es lo que hay machote, el domingo que viene, vuelves a por otra. (Tiempo hasta Manzanares: ¿de verdad quieres saberlo? Tiene que ver con Gallina blanca)



Ventisquero de la condesa
(Para MCB que hizo esta marcha y ya no se acuerda)

2 comentarios:

MCB dijo...

Muchas gracias por la dedicatoria. Tienes razón no me acordaba de algunos detalles y no me acuerdo de cuanto tardamos, pero es que además yo no terminé en Canto cochino. Yo era pobre, pobre, y siempre subiamos y bajabamos por el Tranco y por la carretera aquella interminable, que en verano.... ¡uff! Aquella vez tambien nos tocó carretera, no nos recogió nadie y estuve coja una semana, con unas llagas en los talones que no quieras ver. Se que tengo fotos de aquel día, las buscaré. Gracias otra vez por dedicarme la marcha

Anónimo dijo...

Muy buena la marcha, la voy ha hacer mañana