Silvino Ronda

Hay lugares, situaciones, o como es el caso personas que forman parte de tu biografía, porque estaban en el momento oportuno en los acontecimientos importantes de tu vida. Silvino está en el colectivo de todos los montañeros, escaladores y calcetineros de la segunda mitad del siglo XX. estoy seguro que en los viajes a los planetas exteriores de la montaña, Silvi era el piloto que manejaba una caterva de impresentables que enfundados en Bávaros de pana y camisas de franela, soñaba con incrustar universales en el Perro que fuma.
Esta entrevista con Silvino en la revista CUMBRE, número 41 Mayo de 2.004, es una de las pocas referencias escritas que he podido encontrar y me ha parecido que reproducirla es continuar manteniendo viva la memoria de este hombre singular, no solo en el ámbito de la Pedriza, sino en todos los escenarios de la vida.

ENTREVISTA CON SILVINO


Un sábado cualquiera coincidí una vez más en una de las múltiples excursiones que organiza,
se llama Silvino. ¿Quién es Silvino? Creo que no necesita presentarlo. Pocos son losmontañeros que no han ido alguna vez al monte con él.
Le pedimos a este incansable batallador que nos cuente para “Cumbre” algo de ese libro andante que lleva dentro. Se ríe, siempre está así; “¿Qué quieres que te cuente? dijo, y a partir de ahí fue deshilando recuerdos, gestas, ratos buenos y malos, y en fin cosas de la montaña.


Silvino tiene en la actualidad 74 años, pertenece al Club Cumbres, en el que lleva 20 años.
Antes de la guerra pertenecía al Peñalara en el que estuvo desde el año 1930 al 1939.
Le pedimos que nos cuente algo de la escalada que practicaban en aquellos años, y se ríe. Je,je, je.
“Pues hombre, la verdad es que yo no escalaba mucho. Hacía mis pinitos, pero no hacía
grandes cosas. Desde luego, la forma de subir de entonces no se puede comparar con la que se
practica actualmente. Yo subía con unas alpargatas de esparto que era el mejor calzado para la roca por entonces. Las cuerdas también eran de esparto o cáñamo”. Nos da una foto en la cual está con Enrique Herreros en la cumbre del Naranjo de Bulnes. La foto tiene una fecha: 13-7-1936. “La vía que hicimos fue la directa de la cara sur” nos dice; luego centro la conversación en su escuela de La Pedriza, a la cual sigue llevando autobuses casi todos los domingos. Nos enseña otra foto, es el canto de El Tolmo, nos dice que la cuerda con la que estaban subiendo les fue prestada en una obra de la Gran Vía madrileña, era por el año 1928.

Tú has participado en algunos premios de esquí. Cuéntanos algo de ello.
“Sí, yo también practiqué el esquí. Corrí en algunos campeonatos de España. La primera vez
participé en el año 1934 en Guadarrama, quedé en el puesto nº 13. En 1935 corrí en la Molina en el Pirineo, quedé en el puesto 10º, la última vez que corrí el campeonato fue en 1936, fue en Guadarrama, conseguí el 5º puesto”.
¿Cómo os las arreglabais para venir aquí por ejemplo al Circo de Gredos en aquellos años?
“Nos las arreglábamos alquilando una camioneta de carga que nos traía hasta el pueblo de Hoyos del Espino, desde él hasta aquí, hasta el Circo, subíamos andando, la gente nos decía que estábamos locos porque salíamos de noche del pueblo, decían que nos íbamos a meter en la boca del lobo. Había días que en una jornada llegábamos desde el pueblo hasta la cumbre del Almanzor; mucha gente no nos creía y llegaron a apostarnos, decían que era imposible y más sin guía. Je, je, je. Entonces no había tanta afición como ahora y muchos no nos creían”.
¿Qué era lo que más te gustaba hacer, escalar, marchas, esquí?
A mí me gustaba realizar todas las facetas del montañismo, es decir, la montaña completa; hay una marcha que me gusta mucho, es la que decíamos de las 10,30 horas, va por todos los chalets del Peñalara, se sale de la Fuenfría, luego se va hasta Navacerrada y se sube al alto de las Guarramas (Bola del Mundo), pasas el ventisquero de La Condesa, bajas hasta Charcas Verdes en la Pedri, y luego por el Collado Cabrón bajas al chalet-refugio de Peñalara que está antes del Tolmo”.
¿Te has perdido alguna vez en la sierra?
“Pues sí, me acuerdo que una vez íbamos de las Guarramas a la Barranca y salimos en Becerril. En una marcha por Peñotas, El Minguete, Collado Ventoso, Fuenfría, también nos perdimos por culpa de la niebla y fuimos a parar a los raíles del funicular de Siete Picos”.
Silvino Ronda Ortega (éste es su nombre completo) fue galardonado en el año 1964 por la Federación Española de Montañismo, premiando así la labor que está realizando organizando excursiones ininterrumpidamente a las montañas. También obtuvo en el año1.977 la medalla de bronce al Mérito Deportivo otorgada por Educación Física y Deportes.


Diego Lorenzo ( http://www.piedrafita.org )
Silvino está todavía entre nosotros, entre todos aquellos a los que llevó al mundo, y nos ilustraba con sus historias. No puedo describir las montañas sin incluir su nombre. Un saludo Silvi, se que estás ahí.

1 comentario:

carlos jarque dijo...

Silvino Ronda pertenece a esa generación que cada día que pasa me causa mas admiración, y que me demuestra que desde el punto de vista humano e incluso el físico, nosotros no hemos avanzado ni un pelo.
En pié hasta su final, activo hasta el último suspiro, y siempre con la sonrisa en la boca, con una humildad rayana en la santificación franciscana. Es justamente lo contrario de lo que se estila hoy. Un abrazo, allá donde estés. "el Jarque"