El Indio

Esta piedra casera, fue en su día hogar para jovenes practicantes de la escalada a finales de los años sesenta, en los albores de las cletas y los estribos con peldaños de aluminio. Su proximidad al Tranco, parada y fonda para los esforzados ruteros, cuando las aproximaciones a cualquier sitio empezaban frente a la iglesia de Manzanares, convirtieron a la pradera del Tamboril en lugar de asueto y prácticas deportivas.


Hoy día las cortas paredes del Indio albergan trazados de bastante dificultad oscilando entre el 7a y el 7c, y el caminante pasa obligadamente por su base de camino al collado de la Cueva, y quizá pueda disfrutar mientras hace un alto, de las peripecias de algún avezado escalador con bastante detalle, es decir con entrada de primera fila por un mínimo precio en moneda de sudor. Antiguos buriles también nos recordarán que en otro tiempo, las cosas eran distintas. A cinco minutos del centro.









Como llegar: Desde el Tranco, subir las escaleras por la fachada del bar Julian, y una vez arriba tomar el sendero a la derecha siguiendo la verja de alambre. Continuamos unos minutos hasta alcanzar la pradera del Tamboril, la cruzamos sin desviarnos con las casas a nuestra derecha en un breve lapso de tiempo alcanzaremos nuestra meta. No hay pérdida.