Ruta de las praderas - conclusión


Como cabía esperar, la trepada se presenta un pelo complicada. La cuerda no da ni para saltar a la comba, pero con algo mas de moral que el Alcoyano, el Juanma comienza a reptar en pos del arbolito con estilo y decisión aunque desde mi modesta opinión mas lento que una borriqueta con Simca 1000 encima. Para rematar la faena, una cordada de expertos y bien uniformados chavalotes, se acerca con el fin de seguir nuestros pasos por la Walkiria.

- ¿Que tal chavales, como vais? - Dice el mas alto mientras se ata la cuerda a un mamú de séis cuerdas reluciente.
- ¡Juanma!, ¿como lo llevas? - le grito al menda
- pues a ver: aquí hay un pasito que parece algo complicao, así que atenta la caballería.
- Pues ya lo veis,... ¿adonde habéis pillao el instrumento ese?
- Me lo han traído de Francia unos colegas que han ido a escalar a los Alpes. - contesta con suficiencia.
- Bueno Paco vamos p'arriba. - dirigiéndose a su compañero
- ¿Que vais a empezar?, ? ¿no esperáis a que el Juanma llegue a la reunión?
- Mira dale algo al niño para que se compre unas botas y asegura - dirigiéndose a Paco supongo, porque mirar, mirar, solo miraba a su ristra de material.
- ¡Geli! ¿le vas ha decir algo al primo, o te vas a quedar ahí plantao mirándole los calcetines?
- ¿Estáis atentos o no coño?, si me endilgo una hostia hasta el suelo por no estar a lo que tenéis que estar mas os vale que me abra la cabeza de par en par.

En pleno desconcierto el pijo se encarama al gendarme mientras a Juanma se le acaba el trozo de cuerda antes de llegar a la repisa de la reunión.
- Cagüen la puta, niño desencuerdate para que pueda llegar a la repisa - grita Juanma enfurruñado.
- ¿oye listillo, ¿le vas a pasar por encima o vas a pedir que se aparte un poquito eh? tontoloscojones. - le espeta el Gelito con los brazos en jarras en plan tonadillera.
- ¡Eh payaso, no le insultes a mi compañero que te meto...
Nos damos la vuelta para ver al maqui, y descubrir que luce unas mazas de calibre cincuenta, si no fuera por la perilla ridícula que lleva pintada en la cara, parecería un campeón de lucha libre.

- Si ya he dicho varias veces en las reuniones de la fede, que deberían poner en la Pedra el cartel de reservado el derecho de admisión. - dice sin mirar ( como es su costumbre ) el alto del jersey de la cruz roja, a la vez que llega a la reunión con el Juanma.
- Aquí no cabemos todos - Dice Junama con conocimiento de causa.
- Por eso te vas a quedar aquí quietecito hasta que suba mi compañero. - contesta el pijo

De repente en un visto y no visto, el Gelito de un salto, agarra la resplandeciente cuerda roja y en plan acróbata de circo empieza a trepar por ella camino de la reunión como alma que lleva el Diablo.

- ¿A donde vas tío?, toda la vida diciéndome que no me agarre a la cuerda, y ahora vas tú y te das el largo sin manos -
- ¿Estas loco chaval, te vas a matar - le grita el cachas
- Tu a callar gilipollas, que el que ha empezado la comedia es el imbécil de tu compañero.

De esta guisa, se han plantado el trío calavera en la primera reunión, y por lo que parece, el fino y mis amiguetes, han comenzado una ardua negociación para conseguir llegar a un acuerdo, con el fin de consensuar en las condiciones adecuadas un calendario, que nos permita a todos cumplir con los objetivos en un plazo razonable de tiempo. (este discurso me lo ha enseñado el Javi, que es enlace sindical en Standard Eléctrica).

Una vez conseguido el acuerdo, proseguimos la faena sin mas altercados, y ademas obtenemos como premio una escalada con cuerda de sesenta y drizas de cinta de paracas, ¡joder! menudo lujo, vaya tacto el de los bonattis de aluminio. Y en fin aquí me tienes apoyado en el vértice mirando al pantano de Santillana, relajao, feliz, y deseando bajar para volver a subir.

- Podíamos bajar por el acebo y nos parábamos en la pradera del Tolmo para hacer el rápel. - Dice el Geli
- ¿Tú estas tonto o qué?, que te he dicho que no bebas coñac de garrafa - Responde Juanma mientras bajamos por la Valen.

Se pasan la bajada discutiendo, no tienen remedio. Yo por mi parte, he escalado por la sur, he sacado un poco de cresta en la reyerta, y voy descendiendo atolondrado hacia la pradera, en mi cabeza solo hay una imagen... ¡ir otra vez de escalada con la vasca!



3 comentarios:

Kiko dijo...

Calidad Suprema. Vinatea te sigo animandoa que hagas algo mas que colgar estas joyas de relatos enun blog!....MUY BUENO

MISTERRORESFAVORITOS dijo...

Enhorabuena amigo por relatar de forma tan amena la esencia del pedricero nacido y curtido a base de ilusión y coraje , con los contratiempos que aporta la juventud en cuanto a escasez de recursos y experiencia , pero con la determinación del que disfruta con lo que hace y como lo hace , cuestión esta última tan importante y tan poco valorada en los tiempos que corren , pero que justifica por si sola el porqué dedicamos tanto tiempo y esfuerzo a esta afición .
Forte abrazo

Jacobo dijo...

Opino lo mismo que kiko. No me importaria nada tener en mi libreria un tomo de cosas asi